•• PRÓXIMO LIBRO:   En breve: «Las Siete Edades del Hombre» (Obsequio con cualquier pedido).      ••• ENTREGA MÁS RECIENTE DEL BLOG ACTUAL: QUID PRO QUO, Los cuatro rostros del amor:  «Alcazarén»
HOME
EL AUTOR
CATÁLOGO DE LIBROS
DIBUJOS DE ANNA KUŚ
COMPRA SIN REGISTRO
USUARIOS
Blogs del autor
«Quid pro Quo. Los cuatro rostros del amor»
«Las siete edades del hombre»
«Las estaciones del año»
«Reyes y reyezuelos»
«Contra viento y marea»
«La fe del carbonero»
QUID PRO QUO. LOS “CUATRO ROSTROS” DEL AMOR      

      El Señor es mi pastor
            Quid pro Quo. Los cuatro rostros del Amor (9). Amabilidad.

por S. Stuart Park

    Valladolid, 26 de Julio de 2024

León
 

Los miembros de la Sagrada Familia comenzaron su peregrinaje como refugiados, sin casa ni cuna, y compartieron así la suerte de tantas familias dispersadas por el mundo. La vida depara alegrías y decepciones, encuentros y desencuentros, momentos de peligro y tiempos de tranquilidad, y el rey David, cuya azarosa vida compendió por sí sola todos los escenarios imaginables que conforman la vida humana en la tierra, escribió un salmo de luminosa perfección que no podemos por menos de recordar aquí (Salmo 23; en algunas versiones 22):
Jehová es mi pastor; nada me faltará.
En lugares de delicados pastos me hará descansar;
Junto a aguas de reposo me pastoreará.
Confortará mi alma;
Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.

Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores;
Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
Y en la casa de Jehová moraré por largos días.
No cabe duda de que la experiencia de David como pastor de ovejas inspiró este, el Salmo más amado, que en pocos versos evoca la transición entre la bonanza de los delicados pastos y aguas de reposo, y la tormenta del valle de la sombra de muerte.

Al pastorear a sus ovejas, a las que protegió del oso y el león (1 S. 17:34-35, recuérdese su pericia con la honda), David era consciente del cuidado de Dios, la presencia de la vara y el cayado que infundían aliento en momentos de dificultad. Más adelante conocería la comunión intima con Dios en medio de los angustiadores que asediaban su vida y tramaban su destrucción.

La vida trae también momentos de disfrute y solaz, incluso de manera inesperada y aparentemente casual. Sin ir más lejos, esta mañana, mientras preparaba este artículo, sonaron en la radio las apacibles notas de la hermosa Cantata que J.S. Bach compuso en 1713, ‘Las ovejas pueden pastar tranquilas’. Su escucha infunde siempre una sensación de paz y bienestar, y evoca en mi mente la imagen del rostro afable y sereno de su autor, una presencia tranquilizadora en medio de un mundo atormentado y desolador.

Oí decir a un compositor profesional que él siempre empezaba el día escuchando algún fragmento de la música de Bach, que le servía de inspiración. Sin ser compositor, le entiendo perfectamente, y percibo en la mirada apacible del autor de ‘La pasión según San Mateo’ el rostro amable de Dios.


Lecturas de este Artículo: 139

Si desea participar con su opinión sobre los Artículos del Blog, debe registrarse como usuario. Gracias.
          
Quiénes somos
Cómo Comprar Libros
Buscador
Protección de datos
Contacte con nosotros
ENTRADA DE USUARIOS

Nombre de Usuario:

Contraseña:





¿Aún no es usuario?

[Regístrese aquí]
NOTA: Si ha recibido alguno de nuestros boletines, NO tiene que registrarse como Nuevo Usuario. Sólo tiene que recuperar su Nombre de Usuario pulsando sobre
[Desconozco mi Usuario]
,
y luego su Contraseña pulsando en [Desconozco mi Contraseña],
en ese orden. Gracias.
Despues podrá disfrutar de las ventajas de estar registrado en nuestra intranet.
  © 2019 - 2024. Ediciones Camino Viejo. Valladolid (España). Reservados todos los derechos. Sitio potenciado por L2O.  
  Visita:cont_000