Voces amigas Quid pro Quo. Los cuatro rostros del Amor (16). Amistad.
por S. Stuart Park Valladolid, 13 de Septiembre de 2024
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José Saramago |
Hay distintos grados de amistad según las circunstancias que depara la vida, tan beneficiosas en su conjunto como las amistades de larga duración o mayor intimidad. A veces, cuando cunde el desánimo, un inesperado mensaje recibido o una charla de café reconforta y da fuerzas para seguir. Las voces amigas forman una suerte de escudo que protege de las flechas y las hondas del infortunio que asedian a todo ser humano en el mundo.
En su Memorial del convento, el Premio Nobel portugués José Saramago inserta en su relato surrealista una de aquellas irónicas observaciones sociológicas características del autor, aparentemente ingenuas e intrascendentes, que sin embargo iluminan aspectos de la vida cotidiana de manera inesperada. Para muestra, este botón:
Cuando Blimunda, la mujer de Sietesoles, conoce por primera vez a su suegra, las dos pasan horas juntas en la cocina, un hecho sorprendente, ya que «apenas se conocen y tienen ya tanto que decirse, es la grande, interminable, charla de mujeres, parece cosa de nada, eso piensan los hombres, pero no se dan cuenta de que esta conversación sostiene al mundo en su órbita, que, si no hablaran las mujeres unas con otras, ya habrían perdido los hombres el sentido de la casa y del planeta».
Algo parecido sucede, se nos antoja pensar, con los pequeños detalles que, en sí intrascendentes, alivian el tedio de la vida y compensan sus sinsabores y que, en su conjunto, como decíamos, valen tanto como las grandes amistades y son igualmente provechosas para nuestro bienestar y salud.
Estos gestos han de ser recíprocos, naturalmente. No todo el mundo disfruta de los beneficios de la amistad y hay quienes en su frustrado afán de tener amigos los alejan o exprimen como una esponja. La amistad no puede satisfacer a quien la busca de manera egoísta para resolver sus problemas de soledad.
Escribió el sabio Salomón que «El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo» (Proverbios 18:24). El texto es críptico en el original, y otras versiones traducen: «El hombre de muchos amigos se arruina». No todas las amistades son genuinas, como todo el mundo sabe, y Salomón alerta a sus lectores: «El hombre perverso levanta contienda, / Y el chismoso aparta a los mejores amigos» (Prov. 16:28).
De los riesgos de la amistad tendremos ocasión de hablar. Mientras tanto, nos quedamos con la segunda parte del Proverbio, que no ofrece dudas: «y amigo hay más unido que un hermano».
Me he propuesto no mencionar los nombres de quienes pertenecen a nuestro entorno actual, por motivos evidentes, y solo me referiré en persona a aquellos amigos y amigas que viven fuera de España o ya no están entre nosotros. Su recuerdo nos llena de gratitud, y de algunos de ellos hablaremos a continuación.
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