Allá por los años 70 del siglo pasado tuvimos la fortuna de conocer a David Vassberg, profesor de Historia de la Universidad de Texas Río Grande Valley y a su esposa Liliane, profesora de Francés en la misma Universidad.

Oriundo de Lyford, Texas, David Vassberg acudía regularmente al Archivo General de Simancas, situado a doce kilómetros de nuestra casa en Valladolid, donde estudiaba legajos indescifrables para el común de los mortales, en su investigación sobre la vida social de la Castilla rural del Siglo de Oro, ayudado por su esposa. En 1991 David fue nombrado Profesor visitante de investigación en la Universidad de Valladolid. Liliane nació en Paris y se trasladó a los Estados Unidos en 1962. Doctora en Lingüística Aplicada, ha escrito sobre identidad lingüística en Alsacia. En ocasiones viajaron a España acompañados de sus dos hijos, Alan y Mark.

Un matrimonio culto, educado y afable, pronto se hicieron querer en la congregación a la que asistieron durante sus estancias, y pudimos compartir con ellos en alguna excursión a lugares cercanos a Valladolid como Sepúlveda en la provincia de Segovia, o en los pinares de la zona.

En 2014 la vida de Liliane fue sacudida por la muerte de su esposo tras una penosa enfermedad, y dos años más tarde se produjo una nueva tragedia, la muerte de Alan, su hijo menor. No resulta fácil concebir el dolor de una esposa y madre al velar por sus seres amados en tan amargo trance, pero Liliane ha mantenido la misma dignidad y fortaleza que le han caracterizado siempre. Disfruta de la compañía de Mark y su nuera Maureen y familia en Austin, pero me consta que no pasa un solo día sin que esté presente su dolor.

Pude asistir al culto memorial que se celebró en Austin el 3 de diciembre de 2016, y Liliane me acogió en su casa donde seguían intactos el despacho de David y el suyo, y los libros de dos personas amantes del arte y la cultura. Liliane pasea con sus amigas y disfruta de los conciertos del grupo musical de su hijo Mark. Hoy mismo me cuenta que ha hecho una caminata de cinco kilómetros con una amiga que imparte clases de inglés a refugiadas afganas y que ha hecho períodos de voluntariado en China como profesora de inglés.

¡Cuán importante es mantenerse intelectualmente activa! Para muestra, un botón: Liliane se ha aficionado a las series surcoreanas, estudia su idioma y, dotada de una hermosa voz (al igual que su esposo), en un reciente audio nos ha enviado su propia interpretación de una célebre canción de aquel país.

Gracias a la tecnología moderna, la distancia entre Texas y Valladolid se ha difuminado, y podemos seguir disfrutando de una hermosa amistad.